2012 top 30
1 Neil Young & Crazy Horse “Psychedelic pill”
2 Van Halen “A different kind of truth”
5 Lynyrd Skynyrd “Last of a dyin´breed”
6 Ian Hunter “When I´m president”
11 Redd Kross “Reseraching the blues”
12 The Avett Brothers “The Carpenter”
13 Chris Robinson Brotherhood “The magic door”
15 Alabama Shakes “Boys&girls”
17 Band of Horses “Mirage rock”
19 Justin Townes Earle “Nothings gonna change the way you feel about me now”
20 The Cult “Choice of weapon”
21 Brad Mehldau “Where do you start”
22 John Hiatt “Mystic pinball”
23 Diana Krall “Glad rag doll”
24 Jim Jones Revue “The savage heart”
26 Rich Robinson “Through a crooked sun”
27 Black Country Communion “Afterglow”
28 Ry Cooder “Election special”
Esta vez he tardado menos, eh. De hecho podia haber publicado este post la última semana de diciembre, pero no conseguía decidirme. No se trataba de los discos en si, no, era más bién un tema de orden, de posiciones. Más que nada porque de eso tratan las listas, ¿no? También tenia la opción de poner una lista de veinte o treinta discos en orden alfabético y senzillamente decir que esos eran los discos que más había escuchado durante 2012. Pero bueno, siempre me han gustado y siempre me gustaran, dan vidilla y provocan también un sano ejercicio de reflexión sobre si realmente has escuchado o no esos discos y si te han gustado de verdad. Mi respuesta es que sí, que he escuchado más o menos a fondo estos discos, algunos mchas veces…siempre por placer, pero también en un intento, en algunos casos casi en vano, de decidir cuales me gustaban más y en qué orden deberian estar.
Una cosa está clara: los 3 primeros sí son mi “santísima trinidad” del año 2012, y cualquiera de ellos, con mención especial para el poderosísimo artefacto de Van Halen, “A different kind of truth“, podía haber quedado en primera posición. De hecho Van Halen han estado en primer lugar durante bastantes semanas…hasta que pude escucharlo en condiciones de verdad (vamos, hasta que me llegó el vinilo…por el cual por cierto pagué un precio desorbitado!), y decidí que pese a reunirlo todo para ser considerado “mi” disco del año 2012 la balanza se inclinaba por un Neil Young en estado de gracia, que ha conseguido junto a Crazy Horse volver a hacernos flotar como hacía años que no sucedía (“Le noise” aparte, eso también era puro Neil), sonar (eso sí) como en sus mejores tiempos y deleitearnos con unas melodías tan penetrantes que acababas por decidir que sí, que eso es lo que realmente te llena más, y que solo por dos temas tan espléndidos como “Ramada Inn” y “Walk like a giant” se llevaban el premio gordo. Es senzillamente fabuloso conseguir un discos tan redondo a estas alturas de su carrera, y este hecho en concreto también ha pesado mucho en mi elección, como lo ha sido valorar en el caso de Van Halen que después de tantos años separados y millones de pullas y rencillas la reunión con el gran Diamond Dave diera frutos tan espléndidos, a la mismísima altura de sus mejores trabajos. Una pena que su gira no haya llegado a Europa porque sería un broche de oro tremendo, a la vez que personalmente saldaría una de las poquísimas deudas que tengo con la historia, al menos con la historia viva de la música. Sí podré ver de nuevo a Neil Young & Crazy Horse y sucede lo mismo con Rush que, con semejante disco en el mercado, el apabullante “Clockwork angels“, no podia faltar de nuevo a mi cita con el trio canadiense; uno de mis tesoros predilectos, una banda a la que adoro por encima de muchísimas otras y a la que venero especialmente. Un trio de oro que se han sacado de la manga otro disco espléndido, casi diria que superior a su anterior entrega, ese “Snakes & arrows” que nos presentó al grupo de nuevo a lo grande, facturando su mejor disco en décadas. Esta vez no han hecho sino reconfirmar su estado de gracia con una historia brutal y un disco con un sonido poderosísimo, grandes melodias, espléndidos arreglos y en fin, una buenísima colección de canciones.
El cuarto puesto tenía también dueño desde hace tiempo. Bob Dylan demuestra que sigue sin tener edad de jubilación y borda un trabajo magnífico, de la misma manera que unos renacidos Lynyrd Skynyrd entregan su mejor disco en más de viente años, su mejor obra desde aquel lejano y glorioso 1991. Queda solo un miembro original, más el hermanísimo, pero esta vez han sido mucho más fieles a su pasado y a través de un sonido renovado pero respetuoso al máximo con su historia han facturado una colección de canciones de primer nivel. Contento y feliz de haberlos puesto en ese lugar de honor de mi lista de mejores discos del año, un quinto puesto que puede sonar extraño pero que personalmente considero más que merecido, como sucede también con una de las grandes sorpresas del año, el “When I´m president” de Ian Hunter. El disco rockea que da gusto, te cambia el humor (para bién) y pese a alguna excesiva semejanza con Bruce Springsteen en más de una canción tuve claro desde la primera escucha que se iba directo al “Top ten”, igual que el extraordinario disco de ZZ Top que, con la ayuda inestimable del mago Rubin, han vuelto por sus fueros y han sacado su mejor disco desde el mítico “Eliminator“.
Soundgarden son punto y aparte. Solo por el sonido conseguido en este nuevo álbum (ha llovido mucho desde “Down on the upside“, qué tiempo aquellos…) ya merecen estar en los puestos de privilegio de mi lista. Siempre han sido una de mis bandas más queridas y seguramente por ello, y también por la errática carrera en solitario de Chris Cornell, recelaba y mucho del resultado final de este sorprendente “King animal”. Pero justo es reconocer que la primera (y posteriores…) escuchas del single de adelanto, y primer tema del disco, “Been away too long” (sintomático título), me voló literalmente la cabeza. Aluciné. No me lo podía creer. Ahí estaban, de nuevo, y en un estado de forma alucinante. Y en mi alucinada mente yo veía al disco en el Top 3 del año. Al final, y tras concienzudas escuchas, se ha mantenido en el Top 10, pero meterlo entre los 3 mejores hubiera sido excesivo. El disco tiene nivelazo pero le faltan algunos temazos más en la linea del mencionado primer single para llegar al excelente. En mi opinión superan holgadamente el notable y al final han logrado configurar un disco a la altura de su legado. Bravo por ellos.
El Top ten lo cierran los también espléndidos discos de Calexico, con algunas piezas verdaderamente inspiradas, de esas que tocas el cielo con ellas (“Splitter” como gran ejemplo, uno de los temazos del año), y el incombustible Dr. John, entregando otro grandioso disco que se cuela por derecho propio en el último puesto de los diez mejores, aunque de hecho muchos de los discos que van del 11 al 20 podrian estar ahí, y seguramente lo merecerían, pero solo caben diez. Entre estos puestos he tenido también múltiples dudas con las posiciones y al final los números son solamente eso, números, porque todos ellos tienen para mi un nivel similar y, básico para mi criterio, me han gustado, diria que entusiasmado por igual. No por las mismas razones, pero sí que me he econtrado que Bill Fay podría estar en el 11 en lugar del 18 final (y entre los diez primeros, que apunto estuvo), que The Cult han renacido para un servidor y que Band of Horses y Dr. Dog han firmados sendos buenísimos discos, ambos merecedores de estar probablemente más arriba. Y mención expresa merece también ese bombazo llamado “Researching the blues“, casi casi el mejor disco de unos Redd Kross que han tardado lo suyo en regresar pero lo han hecho a lo grande. Asimismo, el gran Chris Robinson ha sacado dos trabajos de pocas canciones que bien podian perfectamente haber sido agrupadas, aunque “The magic door ” es superior y por eso lo he acabado destacando .
La lista se alarga hasta los trenta discos pero realmente podria cerrarse en los 25. Hasta ese número sí era necesario para mi mencionarlos, destacar una vez más a John Hiatt (pese a que es un disco menor en su carrera), al enorme Brad Mehldau, a la hermosa Diana Krall con un fantástico trabajo producido por T Bone Burnet (premio además a la portada más sexy de los últimos años) y al poderio de Jim Jones Revue. Un gran año en conjunto, he disfrutado mucho con estos álbumes y estoy seguro que lo seguiré haciendo en el futuro. La gran mayoría de ellos han venido para quedarse.